jueves, 14 de agosto de 2014

La chirimoya La fruta de la energía

La chirimoya es de esos productos que cuando se pone en el mostrador de los comerciantes se acaba en poco tiempo, comentó Arminda Calle, una vendedora. Y es que esta delicia, además de ser nutritiva posee cinco beneficios que contribuyen a que lleves un mejor estilo de vida.

¿Necesita energía?. El nutricionista Edwin López, la definió como una fruta exótica porque tiene una gran sabor y aroma peculiar que da gusto comer, además de tener una textura pastosa. Asimismo, se caracteriza por ser altamente energética debido a que no contiene celulosa que da mayor disponibilidad para conseguir este efecto.

Protege de problemas cardiovasculares. En segundo lugar, destacó el valor del potasio y magnesio que colaboran con el sistema cardiovascular, lo que hace que la fruta actúe en la filtración sanguínea.

Óptimo contenido en hierro. Al ser rica en hierro, ayuda a prevenir y combatir la anemia, por lo cual está recomendado para las personas que tienen este problema.

Regula los nervios. Para los que padecen de estrés o depresión, la chirimoya contribuye a calmarlos ya que tiene tiamina un elemento que favorece a la absorción de glucosa en el cerebro.

Satisface perfectamente.Otra bondad, es que cuando se la degusta tiene efecto saciante, pero a su vez con un alto contenido calórico, por lo que se recomienda no ingerir más de 100 gramos tres veces por semana.

Cuidado. López recomendó evitarla a los pacientes con diabetes, colesterol y triglicéridos altos; porque está contraindicada para su salud por los altos niveles calóricos que tiene.

Receta
Helado de chirimoya
Ingredientes
•1 chirimoya grande.
•1/2 limón.
•2 tarros de leche evaporada.
•3/4 de una taza de azúcar.

Preparación
• Una noche antes, poner los tarros de leche evaporada al refrigerador para que estén helados. Luego pelar la chirimoya y quitarle las pepas. Pasar por una coladera y rociar jugo de limón para que no se oscurezca. Batir la leche helada hasta que se vuelva espesa , agregando el azúcar en forma de lluvia.

Mezclar con la pulpa de chirimoya y llevar al congelador hasta que empiece a cuajar. Cuando haya tomado cierta consistencia, sacar y volver a batir. Llevar otra vez al refrigerador hasta el momento de servir.

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