martes, 27 de febrero de 2018

¿Miel para combatir la resistencia a los antibióticos?

En ocasiones los médicos utilizan exitosamente la miel como un apósito tópico, sin embargo, podría jugar un papel más importante en la lucha contra las infecciones. El nuevo estudio fue parte de la 247a Reunión Nacional de la Sociedad Química Americana (ACS), la sociedad científica más grande del mundo.

“La propiedad única de la miel se encuentra en su capacidad para combatir infecciones en varios niveles, lo que hace más difícil que las bacterias desarrollen resistencia”, dice la investigadora principal Susan M. Meschwitz, Ph.D. La miel utiliza una combinación de armas, incluyendo peróxido de hidrógeno, acidez, un efecto osmótico, una alta concentración de azúcar y polifenoles – todo lo cual elimina activamente las células bacterianas, añade la Dra. Meschwitz. El efecto osmótico, que es el resultado de la alta concentración de azúcar en la miel, ex-trae agua de las células bacterianas, lo que provoca su deshidratación y muerte.

Además, varios estudios han demostrado que la miel inhibe la formación de biopelículas – comunidades viscosas de bacterias. “La miel también puede alterar la percepción de quórum, lo que debilita la virulencia bacteriana, y hace que las bacterias sean más susceptibles a los antibióticos convencionales”, dice Meschwitz. La percepción de quórum es la forma en que las bacterias se comunican entre sí, y puede estar implicada en la formación de biopelículas. En ciertas bacterias, es-

te sistema de comunicación también controla la liberación de toxinas, que incide en la patogenicidad de las bacterias, o su capacidad para causar la enfermedad.

Meschwitz añade que otra ventaja de la miel es que, a diferencia de los antibióticos convencionales, no se enfoca en los procesos de crecimiento esenciales de las bacterias. El problema con este tipo de focalización, que es la base de los antibióticos convencionales, es que resulta en resistencia a los medicamentos.

La miel es eficaz, ya que está llena de polifenoles saludables. Estos incluyen ácidos fenólicos, ácido cafeico, ácido p-cumárico y ácido elágico, así como muchos flavonoides. “Varios estudios han demostrado una correlación entre el antimicrobiano no peróxido y las actividades antioxidantes de la miel, y la presencia de compuestos fenólicos de miel”, agrega. De acuerdo con Meschwitz, un gran número de estudios clínicos limitados y de laboratorio han confirmado el amplio espectro antibacteriano, así como las propiedades antifúngicas y antivirales de la miel.

En sus estudios, los investigadores están probando la actividad de la miel contra E. coli, Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa, entre otras baterias.

Fuente: American Chemical Society

domingo, 25 de febrero de 2018

Identidad y estilo de vida Paraguay celebra su tradicional tereré

Paraguay conmemora con orgullo el Día Nacional del Tereré, la tradicional bebida de yerba mate con agua fría, toda una seña de identidad del país suramericano que acompaña en el día a día a sus ciudadanos y enriquece su estilo de vida como una reivindicación de su cultura.

Agua fría con “remedios yuyos” (plantas medicinales), una guampa o recipiente para poner la yerba mate y un bombilla o pajita para sorber, eso es todo lo necesario para tomar tereré, y habitualmente en compañía.

TRADICIÓN SOCIAL

Porque el tereré, más allá de ser una bebida refrescante, es un acto social, una tradición para acompañar una charla o hacer un alto en el devenir diario con unos sorbos, habitualmente en grupo y compartiendo con todos lo que lo integren en “tereré jeré” (ronda de tereré, en idioma guaraní).

No hay problema en chupar todos de la misma bombilla, la tradición lo marca así y nunca se le niega un trago a nadie, conocido o no.

La bebida es algo básico en la vida de cualquier paraguayo, explicó a Efe la vendedora de termos y guampas Liria Gómez frente a su puesto en la céntrica plaza de los Artesanos en Asunción.

“Es la tradición. Cuando estamos entre amigos decimos “vamos a tomar tereré o “ja’u tereré” (en guaraní)”, es lo normal para estar entre amigos y charlar. Siempre tiene que haber un tereré de por medio”, indicó Gómez.

Gómez vende en su puesto las antiguas guampas de cuerno de vaca, también las que son talladas en madera o de latón y aluminio y forradas de cuero al gusto.

INNOVACIONES

Lo mismo pasa con las históricas bombillas hechas de lata metálica que ahora se vende de aluminio, hierro o alpaca, y que incluso, con la llegada de la tecnología, se hacen impresas con material plástico en 3D.

Pero por muchos cambios, variaciones o innovaciones que existan en la actualidad, tomar tereré sigue siendo el momento placentero de cada día de para los paraguayos que se remonta a épocas inmemoriales.

Un placer que comienza desde su preparación, todo un ritual que unos realizan en casa antes de salir por la mañana y otros lo dejan en manos de los profesionales yuyeros y yuyeras que copan cada esquina.

Estas personas esperan cada mañana en su puesto callejero a que los clientes lleguen, escojan sus yerbas favoritas y entreguen su termo y su guampa para que les “armen el tereré”.

“Con este clima (verano), lo primero es que sea frío con hielo. Le agregamos unos yuyos refrescantes que se le ponen al agua”, señaló a Efe Samuel Odesser, quien lleva más de veinte años vendiendo los útiles del tereré en la céntrica calle Palma de la capital.

EN CASA Y OFICINA

Y una vez listo es momento de sentarse y tomar, solo o habitualmente acompañado, en la oficina, en casa y, sobre todo, en la calle, ya que es un acto social compartido.

Es prácticamente imposible caminar por cualquier ciudad o pueblo de Paraguay y no ver a alguien compartiendo, cebando (sirviendo) o preparando un tereré “bien frío”, explicó Odesser. (EFE)