Usado en la antigüedad Este elemento ha sido utilizado desde la antigüedad para curar afecciones de vías respiratorias altas, resfriado común, gripe, sinusitis, otitis, laringitis, asma bronquial y neumonía crónica, aseguran los especialistas.
Combate resfríos. El nutricionista y dietista David Ruiz comentó que el propóleo es una sustancia que las abejas obtienen de los árboles y que al llegar a sus colmenas lo transforman en un producto para sellar, reparar y proteger la colmena de agentes infecciosos. “Es un antibacteriano, antiséptico y antiinflamatorio, además que alivia los dolores de garganta y mejora la voz”, dijo.
No solo para las infecciones respiratorias. Ruiz comentó que este es un producto natural y que si bien es ideal para combatir el resfrío, también tiene acciones terapéuticas para el sistema cardiovascular, cuidado dental y dermatológico, en este último utilizado especialmente para tratamientos de quemaduras y micosis.
Asegúrese de adquirirlo en una farmacia. Para que sea eficaz, Teresa Ortega, profesora de Farmacología, explicó que debe adquirirse en una farmacia donde se controla su conservación y propiedades que se reflejan en un prospecto. “La utilización de preparados farmacéuticos, en cápsulas o jarabe, no solo garantiza su calidad sino que permite una correcta administración", dijo.
No está indicado para todos. Ruiz resaltó que no todas las personas pueden consumirlo, ya que personas con antecedentes alérgicos y niños no deben consumirlo.
Componentes. Cabe resaltar que el propóleo tiene materias colorantes como la galangina, que son las más activas en la función antiséptica. Asimismo contiene resinas y bálsamos (un 50%), cera de abeja (un 30%), aceites esenciales (un 10%), polen y diversos materiales minerales: aluminio, plata, bario, boro, cromo, cobalto, estaño, hierro y muchos otros. También contiene provitamina A y vitaminas del grupo B, especialmente B3, que hace frente a los resfriados.
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