La lavanda es utilizada y considerada por sus aromas poderosos y también porque encierra una multitud de principios activos. Es un ingrediente clave en la aromaterapia y fitoterapia. Asimismo, sus virtudes son reconocidas en la cosmetología, ya que es purificante, relajante, antiséptica, cicatrizante y regenerante.
La esencia de lavanda equilibra la producción de lípidos y elimina el exceso de sebo. Además, sanea la piel y previene la formación de granos, ya que suprime las células muertas que se han acumulado sobre la epidermis, las cuales tapan los poros. Asimismo, este producto no es demasiado ácido. Por lo tanto, no agrede el tejido cutáneo y conviene tanto a las pieles grasas como mixtas o sensibles.
Uno de los principales componentes de esta esencia es el linalool, el cual es un alcohol antiséptico que refuerza la inmunidad natural de las células del cuerpo. Además, permite luchar contra las inflamaciones y bacterias. También mejora el proceso de cicatrización natural, lo que previene las imperfecciones cutáneas.
Por otro lado, la esencia de lavanda contiene acetato de linalilo, el cual equilibra el sistema nervioso, lo que favorece la relajación y las capacidades para dormirse rápidamente. Este producto también posee un componente analgésico que reduce las contracciones musculares. Por lo tanto, además de tener propiedades benéficas para tu epidermis, tiene un efecto calmante.
Finalmente, puedes utilizarla como repulsivo contra los piojos, ya que los aleja y limita las recidivas. Asimismo, es muy eficaz para prevenirlos. Se sugiere humectar tu almohada con esta esencia de lavanda o mezclarla con agua y aplicarla sobre tu cuero cabelludo. En este caso, debes lavarte el pelo como de costumbre. Luego del champú, coloca esta mixtura y déjala actuar 10 minutos antes de aclararla con abundante agua.
Otórgate un día de la semana para mimarte
RELAJACIÓN TOTAL Es esencial aprovechar de un día de relajación para sentirse bien. Esto contribuye también a estar más resplandeciente y hermosa, ya que las tensiones y el estrés tienen efectos nefastos sobre la apariencia. En primer lugar, debes tomar el tiempo para respirar. Estírate y acuéstate sobre el suelo. Inspira profundamente, hinchando tu vientre. Luego, expira a través de la nariz. Efectúa esto tres veces al despertar. Luego, levántate y apaga todos los aparatos electrónicos, incluyendo el teléfono celular. Llena la tina con agua caliente y vierte aceites esenciales. Báñate en esta agua llena de aromas y después, termina con una ducha fría para tonificar tu piel.
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