Hay muchos, pero aquí le dejamos los más rápidos para sanar sus amígdalas.
Caricia para su garganta: No tiene por qué soportar las molestias de unas amígdalas inflamadas. Tome una cucharada de bicarbonato de soda, una cucharada de miel de abejas, el jugo de un limón y un vaso con agua; mezcle todo y coloque al fuego; cuando esté caliente, retire, espere a que esté tibio y haga gárgaras durante cinco minutos. Su garganta sentirá una suave y curativa caricia. Este remedio sirve para la amigdalitis y faringitis.
Mañana, tarde y noche: Tome un litro de agua y añádale veinte gramos de manzanilla y veinte hojas de salvia; ponga a hervir y luego deje reposar la infusión para hacer gárgaras durante varios minutos. Repita por la mañana, la tarde y la noche para curarse de la amigdalitis.
Un hueso duro de roer: Contra una amigdalitis fuerte, utilice un remedio de acero: añada a un vaso con leche una cucharada de gelatina de hueso. Beba bien caliente con el fin de vencer esa molesta dolencia./
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