Paraguay conmemora con orgullo el Día Nacional del Tereré, la tradicional bebida de yerba mate con agua fría, toda una seña de identidad del país suramericano que acompaña en el día a día a sus ciudadanos y enriquece su estilo de vida como una reivindicación de su cultura.
Agua fría con “remedios yuyos” (plantas medicinales), una guampa o recipiente para poner la yerba mate y un bombilla o pajita para sorber, eso es todo lo necesario para tomar tereré, y habitualmente en compañía.
TRADICIÓN SOCIAL
Porque el tereré, más allá de ser una bebida refrescante, es un acto social, una tradición para acompañar una charla o hacer un alto en el devenir diario con unos sorbos, habitualmente en grupo y compartiendo con todos lo que lo integren en “tereré jeré” (ronda de tereré, en idioma guaraní).
No hay problema en chupar todos de la misma bombilla, la tradición lo marca así y nunca se le niega un trago a nadie, conocido o no.
La bebida es algo básico en la vida de cualquier paraguayo, explicó a Efe la vendedora de termos y guampas Liria Gómez frente a su puesto en la céntrica plaza de los Artesanos en Asunción.
“Es la tradición. Cuando estamos entre amigos decimos “vamos a tomar tereré o “ja’u tereré” (en guaraní)”, es lo normal para estar entre amigos y charlar. Siempre tiene que haber un tereré de por medio”, indicó Gómez.
Gómez vende en su puesto las antiguas guampas de cuerno de vaca, también las que son talladas en madera o de latón y aluminio y forradas de cuero al gusto.
INNOVACIONES
Lo mismo pasa con las históricas bombillas hechas de lata metálica que ahora se vende de aluminio, hierro o alpaca, y que incluso, con la llegada de la tecnología, se hacen impresas con material plástico en 3D.
Pero por muchos cambios, variaciones o innovaciones que existan en la actualidad, tomar tereré sigue siendo el momento placentero de cada día de para los paraguayos que se remonta a épocas inmemoriales.
Un placer que comienza desde su preparación, todo un ritual que unos realizan en casa antes de salir por la mañana y otros lo dejan en manos de los profesionales yuyeros y yuyeras que copan cada esquina.
Estas personas esperan cada mañana en su puesto callejero a que los clientes lleguen, escojan sus yerbas favoritas y entreguen su termo y su guampa para que les “armen el tereré”.
“Con este clima (verano), lo primero es que sea frío con hielo. Le agregamos unos yuyos refrescantes que se le ponen al agua”, señaló a Efe Samuel Odesser, quien lleva más de veinte años vendiendo los útiles del tereré en la céntrica calle Palma de la capital.
EN CASA Y OFICINA
Y una vez listo es momento de sentarse y tomar, solo o habitualmente acompañado, en la oficina, en casa y, sobre todo, en la calle, ya que es un acto social compartido.
Es prácticamente imposible caminar por cualquier ciudad o pueblo de Paraguay y no ver a alguien compartiendo, cebando (sirviendo) o preparando un tereré “bien frío”, explicó Odesser. (EFE)
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