Un jardín circular de retoños cada uno con su denominativo popular y científico, ambientes que semejan casas rurales de acopio con información audiovisual y un puesto de “chiflera” o vendedora de hierbas son parte de la exposición que difunde las propiedades que tienen las plantas curativas y los saberes de la medicina tradicional que fue instalada en el Museo Nacional de Historia Natural en Cota Cota.
“Las nuevas generaciones deben reconocer este recurso y comprometerse con él, por eso tenemos que transmitirles el conocimiento, sin temor alguno para que no se pierda”, dijo Alexandra Falter, de cuya tesis doctoral: “Educación y Manejo de Plantas Medicinales en Los Andes” que realiza con la Universidad de Aberdeen de Escocia surgió la muestra con el museo y con la adición de otros investigadores.
La antropóloga que realizó exploraciones en el municipio de Aucapata en la provincia Muñecas de departamento de La Paz y donde se concentró su estudio, reveló que durante el 2016 –cuando realizaba su trabajo de campo– se evidenció que una gran cantidad de especies curativas estaban secas en la región, “un hecho no registrado antes y que puede ser a causa del cambio climático”.
En Aucapata la investigadora conoció a “Don Silvino” de quien dijo, aprendió mucho principalmente en la identificación de especies curativas. El curandero Silvin Sánchez es conocido como “huesero” o que conoce el tratamiento natural de fracturas, dislocaciones y torceduras para lo cual usa plantas como la chillkha, achicoria, cuchu cuchu, anís anís, eucalipto, amor seco, además de material animal.
Falter considera que la exposición interactiva “El poder curativo de las plantas” es un espacio que abre la posibilidad de difundir de una forma amena a jóvenes y adultos las prácticas de la medicina natural en el contexto rural y urbano. La muestra incluye también réplicas de especies artísticamente reproducidas y documentales realizados con los médicos naturales de diferentes regiones.
“Es fundamental tener viveros, plantas vivas también para conocerlas”, afirmó la experta al referirse a una de sus conclusiones de su estudio. Explicó que cuando se compran las plantas curativas de los mercados ya se encuentran fuera de su ambiente y no tienen el mismo poder curativo, por lo que aconsejó cultivarlas como lo hacen algunos herbolarios.
Las experiencias de herbolarios como los médicos tradicionales de Santiago de Callapa en la provincia Pacajes y Villa Esteban Arce en la provincia Aroma ambos en el departamento de La Paz son presentadas en la exposición de Cota Cota. Estos viveros-laboratorios son empleados en los centros de salud al implementarse una atención intercultural ‘”curando a la gente con sus propias plantas medicinales”.
Se estima que en Bolivia existen cinco mil especies de hierbas con potencial medicinal que tienen propiedades activas y que sirven para prevenir o curar determinadas enfermedades o problemas de salud, mientras que 53 mil se utilizan como medicina en el mundo. La práctica de la medicina tradicional, que fue perseguida y reprimida durante siglos, en la que se emplean recursos vegetales, minerales y derivados de animales, ahora es ejercida en el país por los médicos tradicionales, naturistas, guías espirituales y parteras, se cuenta con cerca de 4478 registrados entre las cuatro especialidades.
COLA DE CABALLO
Durante la inauguración de la muestra –la pasada semana–, se conoció la importancia de identificar las hierbas curativas correctamente, ya que la conocida como “cola de caballo” que se ofrece en los mercados de La Paz y El Alto puede ser confundida con otra muy similar, pero con efectos secundarios.
Un estudio de Rainer Bussman del Centro William L. Brown del Jardín Botánico de Missouri y Narel Paniagua-Zambrana y Laura Moya del Herbario Nacional de Bolivia sobre la confusión entre plantas del grupo Ephedra –utilizadas tradicionalmente como abortivas– con las del grupo Equisetum conocidas como “cola de caballo” para el tratamiento de inflamaciones del sistema urinario, “demuestra la necesidad de educar a los vendedores acerca de las potenciales consecuencias de comercializar las especies incorrectas, y a los consumidores para que sean más cautelosos con su automedicación”.
Es importante trabajar con los botánicos para conocer las especies correctas –remarcó Falter– para evitar confusiones, ya que se pueden obtener diferentes efectos por las distintas propiedades que tiene cada una de las plantas curativas.
MUESTRA INTERACTIVA
Acerca del puesto de “chiflera” o vendedora de hierbas, que es exhibido por primera vez, la directora del Museo Nacional de Historia Natural, Fabiana Méndez afirmó que se pretende romper esquemas para ser más interactivo con las personas, por lo que se podrá conocer y diferenciar las plantas tocándolas y así evitar confusiones como lo sucedido con la “cola de caballo” en el contexto urbano.
Informó que se intenta transmitir cómo las comunidades locales durante mucho tiempo tuvieron que curar sus dolencias usando sólo la medicina tradicional. Dijo que en el contexto rural de nuestro país, los saberes y prácticas curativas aún son usados por los kallawayas, yatiris, naturistas, curanderos y otros terapeutas naturales que ofrecen un servicio fuerte en las poblaciones.
“Al ingresar a las dos casitas de campo, pequeñas y rusticas instaladas en la muestra, los visitantes podrán encontrar valiosa información, desde qué es una planta medicinal hasta la forma de procesarlas, además apreciarán la producción audiovisual realizada con el importante apoyo de los médicos naturistas”, agregó.
LA EXPOSICIÓN
El poder curativo de las plantas tiene el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Viceministerio de Medicina Tradicional, el Centro William L. Brown, la Fundación Estás Vivo, el Herbario Nacional de Bolivia, la organización Economic and Social Research Council (ESRC), médicos naturistas, además de otras instancias, instituciones e investigadores.
La Directora del museo invitó a visitar la exposición y descubrir el conocimiento curativo de las plantas, está creada para el público variado, desde los más pequeños hasta los adultos. El repositorio se encuentra en la calle 26 de la zona Cota Cota.(CienciaBolivia)
DATOS
* AMAWTA: Sabio y consejero espiritual, el denominativo deriva de amawt’aña que significa sabiduría, discernir, pensar inteligentemente y adivinar.
* KALLAWAYA: Originario de Curva y Charazani en la provincia Bautista Saavedra del departamento de La Paz es el experto en ritualidad y farmacopea desde la época prehispánica
* QULLIRI: Es el herbolario de origen aymara, naturista que cura con hierbas.
* QAMPIRI: Llamado también JAMPIRI es el médico tradicional herbolario de origen quechua, restablece la armonía del cuerpo y espíritu.
* YATIRI: Es el médico natural aymara que adivina y diagnostica la enfermedad a través de la lectura de la hoja de coca y determina el tratamiento aconsejado.
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