La acelga tiene la propiedad de satisfacer el apetito sin aporte energético en cualquiera de sus formas de preparación constituyendo un plato ideal, especialmente en la cena para las personas que desean adelgazar.
Es además un depurativo y alcalinizante de la sangre, por su contenido en minerales, asimismo es digestiva y laxante, motivo por el que se recomienda su consumo en casos de gastritis, estreñimiento y hemorroides.
Para la anemia es consumida por su alto contenido en hierro y por tener ácido oxálico, por lo que debe utilizarse con moderación en caso de cálculos o litiasis renal, según Jorge Pamplona Roger.
Antiguamente se empleaba como un remedio casero para aliviar varios dolores, como el de heridas en la piel, como tratamiento en caso de presentarse sarna, como un alivio de quemaduras y el dolor de hígado.
Actualmente se utiliza solo como alimento, pero se recomienda consumir para relajar el estómago ante diversos malestares, aunque suelen existir plantas más efectivas para estos tratamientos.
La acelga es empleada en la elaboración de varios platillos y usualmente se consume cocida y se acompaña con todo tipo de guarniciones como charque verduras u otras carnes.
El zumo de acelga puede ser administrado en gotas en la nariz para aliviar resequedad en las fosas nasales, aliviar dolores de cabeza y de oído.
Para su cocción se coloca 50 gramos de acelga en un litro de agua, la preparación se puede emplear como shampoo para eliminar la caspa.
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