La piña es un fruto propio de la época de verano, y que destaca por contener una enzima que ayuda a asimilar la proteína: la bromalina, que ayuda a mantener la piel libre de células muertas, disuelve el sebo y ayuda a conservar los poros sin suciedad.
Preparar una mascarilla para el tratamiento de piel, en base a pulpa de piña resulta sencillo y se aplica como exfoliante, para limpiar y suavizar la piel.
Se puede usar jugo de piña con avena en mascarillas caseras. También en una adecuada combinación con papaya y miel se aplica sobre la piel dejando actuar por lo menos 15 minutos, luego de lavar se siente la sus efectos traducidos en la suavidad de la superficie tratada.
Su contenido de vitamina C la convierte en un buen antioxidante para combatir los efectos del envejecimiento prematuro, provocado generalmente por la incidencia de la luz solar.
Como suavizante de cutículas mezclar en pocas cantidades tajadas de corteza de piña, algunas gotas de limón y la yema de un huevo.
En jugo mezclada con algo de agua y un tallo de apio, se constituye en un buen adelgazante.
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