Para disfrutar de estas virtudes, no dudes en añadir orégano fresco o seco a tus preparaciones culinarias. Toma en cuenta que aporta un toque delicioso a diferentes comidas (ragús, tortillas, sopas, ternera, chancho, pollo, pescado, pato, pizzas, pastas y panes). Para conservarlo, colócalo en un trapo limpio y húmedo en tu refrigerador durante dos semanas como máximo. Asimismo, puedes deshidratar sus hojas, ubicándolas en un lugar cálido y oscuro. Luego, viértelas en un recipiente hermético. De esta manera, se mantendrán intactas por un año.
¿Sabías que?
Riesgos de la vitamina K
Toma tus precauciones
El orégano es una fuente rica de vitamina K, la cual favorece la
coagulación de la sangre. Por esta razón, las personas que tienen un tratamiento médico a base de fármacos anticoagulantes no pueden ingerir infusiones de esta planta sin pedir consejos a su médico. Sin embargo, no presenta ningún riesgo añadir un poco de esta hierba aromática a la comida (una cuchara como máximo).
Recurre a su poder curativo
Digestión
El orégano facilita la digestión y reduce los gases. Además, alivia los cólicos y mejora el tránsito intestinal. Por eso, su consumo es particularmente recomendado para las personas que sufren de estreñimiento. Toma en cuenta que también posee propiedades carminativas. De esta manera, incrementa el apetito en personas que padecen una enfermedad crónica. Asimismo, su ingesta es relevante en casos de anorexia.
DOLORES
Esta planta tiene virtudes analgésicas. En uso interno, es decir, consumiendo infusiones de orégano, es posible atenuar las cefaleas ocasionadas por la migraña y los dolores dentales. Asimismo, aminora las molestias causadas por problemas inflamatorios y reumatismos. Para eso, puedes efectuar un cataplasma del mismo y colocarlo sobre la zona de tu cuerpo adolorida.
AGENTES INFECCIOSOS
Gracias a sus propiedades antisépticas y antibacterianas, el orégano ayuda a luchar contra el desarrollo de micosis, virus y bacterias que se multiplican en la epidermis. Además, alivia las picaduras de insectos y las irritaciones de la piel. Para gozar de estas virtudes, debes efectuar un cataplasma con las hojas de esta planta y aplicarlo sobre la región afectada de tu cuerpo.
SISTEMA INMUNITARIO
Cuando sufres de cansancio excesivo y falta de energía, no dudes en ingerir infusiones de orégano, ya que es una planta estimulante y tonificante que refuerza el sistema inmunitario. Sin embargo, no puedes consumirlo si padeces enfermedades cardíacas, ya que puede acelerar el ritmo del corazón. En caso de duda, pide consejos a tu médico.
RESFRÍO
Las personas que están resfriadas o padecen enfermedades respiratorias pueden recurrir al orégano para curarse, ya que permite luchar contra la inflamación aguda y crónica de los bronquios. Asimismo, sus hojas tienen propiedades expectorantes y sedativas, las cuales calman la tos. Toma en cuenta que las infusiones de esta planta ayudan a aliviar a los pacientes asmáticos.
DIABETES
Varias investigaciones científicas han demostrado que el orégano disminuye la tasa de glucosa en la sangre. Asimismo, el ácido rosmarínico contenido en esta planta tiene un poder antioxidante que inhibe una enzima (amilasa), la cual suele aumentar la glucemia. Por eso, las personas diabéticas pueden beber infusiones elaboradas con hojas de orégano para limitar la elevación del azúcar en su organismo.
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