domingo, 12 de julio de 2015

Ley de Medicina Tradicional protege saberes bolivianos.

La Ley de Medicina Tradicional destaca la labor de médicos tradicionales.

Rodeadas de montones de hierbas y flores, alientan a la gente a acercarse a sus puestos. Recelosas de sus secretos pero dicen saber como curar al ser querido de males como el alcoholismo y el cáncer entre muchos otros. Son las llamadas "chifleras" y sólo están dispuestas a enseñar sus conocimientos a quienes se acercan en busca de cura para un mal en específico; si alguien se atreve a preguntar demasiado, ellas callan y voltean la mirada, pero quien compra con fe y en muchos casos como última alternativa el remedio, también se lleva las instrucciones para preparar y usar el remedio casero.

Por las calles donde están asentadas estas maestras de la naturaleza, se observan a varios turistas, quienes tímidamente se aproximan a las también llamadas yerberas para preguntar por algún remedio contra males misteriosos de cuya cura se han informado en el internet u otros medios. Algunos, ya llevan en sus manos aloe, wira wira, romero. Sin embargo, algo que atrae a los turistas y a la gente que generalmente acostumbra a recurrir a una "chiflera" es la conexión de esta práctica ancestral con el mundo espiritual y ritual que guarda toda una cultura.



CONOCIMIENTOS ANCESTRALES Y LA MEDICINA TRADICIONAL. "Soy lo que muchos llaman un naturista, lo que en aymara se llama qulliri y en español se llama doctor", afirma Policarpio Flores en su libro "El Hombre que Volvió a Nacer". Flores, después de adquirir conocimientos como yatiri y qulliri, ejerció como médico naturista en el hospital de Wanqullu y fue miembro del consejo de Jawi Amaw´tas de Tiwanaku.

"¿Qué es medicina?" pregunta Flores y propone a la naturaleza misma como una ciencia pero ligada a lo espiritual, "si no hay fe en estas hierbitas no hay curación". Dice y sostiene que entre las plantas de uso medicinal se puede encontrar cura para toda enfermedad pero que los tiempos modernos han desvalorizado este conocimiento antiguo.

"Cuando apareció la medicina académica o científica, lo nuestro ha sido menospreciado", refiere Alberto Camaqui Mendoza, viceministro de Medicina Tradicional e Interculturalidad, pero destaca que a la par "muchas de nuestras plantas medicinales fueron utilizadas para la medicina occidental".



LA MEDICINA ACADÉMICA COMPROBÓ LOS BENEFICIOS DE LAS PLANTAS MEDICINALES. "Antes entraban a las comunidades investigadores con buen presupuesto. Investigaban las plantas, se las llevaban y luego las patentaban como si ellos fueran los dueños", afirma Camaqui, al explicar que ante la depreciación de la medicina tradicional, institutos científicos extranjeros realizaban todo tipo de actividades, entre ellas, asistir a los eventos organizados por naturistas, curanderos y yatiris, de quienes, "absorbían sus conocimientos, interrogando para que sirve cada planta".

El tema fundamental es que, si bien muchos de los arbustos fueron utilizados para la elaboración de comprimidos, jarabes o cápsulas que fueron patentados en otros países, el nombre de cada hierba no es homogéneo en todas las zonas. "Si existe aquí también puede existir en otros países, no puedo decir que las plantas sean exclusivas de Bolivia", asegura Camaqui.



LEY 459, “LLAVE” QUE PROTEGE NUESTRA CULTURA ANCESTRAL. "Medicina tradicional ancestral boliviana. Es un conjunto de conceptos, conocimientos, saberes y prácticas milenarias ancestrales, basadas en la utilización de recursos materiales y espirituales para la prevención y curación de las enfermedades, respetando la relación armónica entre las personas, familias y comunidad con la naturaleza y el cosmos, como parte del Sistema Nacional de Salud", define la Ley 459, por lo que Camaqui considera que gracias a esto se ha vuelto a revalorizar el conocimiento ancestral además de proteger los productos tradicionales de su extracción sin autorización.

Asimismo, la norma impulsa el fortalecimiento y regulación de esta praxis y protege al usuario, certificando el ejercicio de la medicina tradicional.

Divide a quienes ejercen este "conocimiento" en cuatro categorías: Guías Espirituales, Médicos Tradicionales, Parteras y Naturistas "todos agrupados de acuerdo a los pisos ecológicos o la región de donde provienen".

"Nuestra Pachamama nos dio una inmensa farmacia de plantas medicinales en todo el mundo" afirma el Viceministro y destaca que en la curación tradicional se utilizan elementos de los tres reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral. Basado en la ley recomienda que, "debe hacerse un uso racional para la medicina tradicional y que como pueblos indígena-originarios, tenemos que guardar lo que nuestra madre naturaleza nos dio".







2.500 especies de vegetales con uso medicinal u otros hay en Bolivia. Estas crecen en las diversas regiones.



LA POBLACIÓN UTILIZA COTIDIANAMENTE PLANTAS MEDICINALES PARA TRATARSE EN CASA. Los usos más comunes, reportados por la medicina tradicional boliviana, se orientan al dolor, fiebre e inflamación, enfermedades del sistema nervioso central, problemas gastrointestinales, afecciones del tracto respiratorio y de la piel, antimicrobianos. Sin embargo, el conjunto de plantas que conforman el ecosistema en el que participan también los humanos, no provee solo nutrientes sino también, elementos que contribuyen a la salud humana entre estos se encuentran los elementos como antioxidantes, reguladores del intestino, reguladores de la libido, moduladores de la respuesta inmunitaria, entre otros.

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