domingo, 7 de septiembre de 2014

Hierbas y rituales alejan los males en el hospital psiquiátrico

La presencia del jampikamayoq (sabio curandero), Carlos Prado en el Instituto Psiquiátrico San Juan de Dios, ha permitido a los pacientes salir de enfermedades mentales para las que, algunas veces, la medicina convencional ya no encuentra soluciones

Daniel, es uno de los más de 100 pacientes que han pasado por las sabias manos de Prado, un curandero que ha heredado su sabiduría de sus abuelos y su comunidad en Tiraque

La mañana del miércoles 27 de agosto, Daniel fue sometido a una pichara (limpieza), una práctica ritual muy compleja para curar la depresión extrema.
Con la ayuda de terapias propias de la cosmovisión andina, que incorporó el fuego, el quebrar de ramas y otros ruidos propios de la naturaleza, Carlos elevó varias oraciones a deidades de su cultura, que lograron despertar a Daniel de su mal

“Son ruidos de la naturaleza que son familiares para el paciente y ayuda a despertar sus sentidos, lo reaniman y devuelven su ajayu (alma o esencia de vida)”, explica el kallawaya y jefe de la Unidad de Medicina Tradicional del Servicio Departamental de Salud (Unimetra/SEDES), Jesús Gómez

Los médicos tradicionales especializados en la cura de enfermedades mentales, psicológicas y psíquicas son llamados amautas o jampikamayoq. En Bolivia existen cuatro de estos sabios que están registrados por el Ministerio de Salud. Sus prácticas incorporan elementos propios de la psicoterapia, según compara Kathia Butrón, psiquiatra de este nosocomio.
Para problemas de ansiedad como el de don Daniel, por ejemplo, se usaron técnicas de relajación muscular y sugestiones positivas, propias de la psicoterapia

Sin embargo, cada ciencia usa sugestiones positivas propias de su ciencia y, en este caso, de su cultura. “El médico tradicional le dice que tiene que tener fe, que con esta práctica todos sus males van a desaparecer. En cambio, en nuestro ámbito le decimos que su enfermedad no es algo raro, que la medicina ya tiene un tratamiento que lo curará”, explica Butrón.
Para el jefe de la unidad de Pacientes Farmacodependientes, Hernán Olivera, todo depende de la cultura o la procedencia del paciente. “No tendrá el mismo efecto en un paciente de la ciudad como en uno del área rural”, dice Olivera al señalar que probablemente alguien de la ciudad requerirá un tratamiento mucho más largo.
Al igual que el caso de Daniel, los psicólogos del Psiquiátrico recuerdan casos críticos que fueron superados con prácticas de las que aún buscan una explicación científica

El año pasado, Esteban, un campesino que perdió a su esposa e hijos, entregó su vida a la bebida, consumiendo alcohol potable diez veces más tóxico que cualquier bebida. Fue entonces que le diagnosticaron cirrosis hepática, con el que solo podría vivir entre 4 a 5 años más.
“Él no tenía solución, su diagnóstico era muy grave, lo único que podíamos hacer era mantenerlo sobrio para aliviar su dolor... pero era imposible”, cuenta Olivera

Un ritual junto a la imagen del Tata Santiago (Santiago Apóstol), con retamas, claveles, velas y otros elementos como el kuti k’ayto (cordel envuelto al revés) involucró la participación de su anciana madre y sus hermanos.
Parte del ritual incluía la conversación y el desahogo de todos quienes lo querían. Uno a uno le reprocharon el daño que hizo a su familia, ya que para conseguir alcohol, robaba, vendía sus pertenencias y faltaba a la familia.
Luego de este ritual, el médico tradicional visita a Esteban todos los viernes para acullicar y conversar . Desde entonces ya van seis meses sin una gota de alcohol.
Incontables enfermedades psíquicas resueltas con éxito
Trastornos psicológicos, depresión, ansiedad y otro tipo de enfermedades psicogénicas fueron superadas exitosamente con la intervención de un médico tradicional en el hospital psiquiátrico San Juan de Dios.
El director médico del Psiquiátrico, Jaime Velásquez, informa que en las enfermedades psicogénicas, principalmente, influye mucho la cultura del paciente y su creencia en relación a estas prácticas. “De todos nuestros pacientes alrededor del 70 por ciento acudió previamente a un médico tradicional”, dice

Uno de los principales secretos de su éxito, según el jefe de la Unidad de Medicina Tradicional del Servicio Departamental de Salud (Unimetra/SEDES), Jesús Gómez, es que en las terapias se usan mucho los elementos de la naturaleza, el idioma y todo lo que pueda rescatarse del lugar de origen del paciente. “Son terapias propias de la cosmovisión del paciente que lo devuelven a la realidad”, expresa Gómez

El jefe de la unidad de Pacientes Farmacodependientes del Psiquiátrico, Hernán Olivera, cita el caso de una joven madre en el trópico de Cochabamba para reflejar la importancia de respetar la creencia y vivencia de los pacientes.
La paciente de 36 años de edad migró junto a su bebé de Tiraque hasta Chapare en busca de mejores días para su familia. Sin embargo, mientras realizaban un trabajo de chaqueo para habilitar tierras de cultivo la caída de un rayo bloqueó todas sus expectativas y su vida misma.
Según la cultura de esta joven, el Tata Santiago (Santo del rayo) enviaba un rayo para indicar que la tierra y todo cuanto lo habitaba estaba maldita. Luego de este suceso, el sentimiento de frustración y culpabilidad derivó en un síndrome de Cotard, una de las enfermedades más raras del mundo que hace sentir al paciente estar muerto en vida, conocido también como el síndrome del zombie o el muerto caminante

Según la experiencia de Olivera, lo único que la sacó de esta situación fue un ritual realizado en el mismo hospital con la participación de toda su familia.
El profesional destaca que existen prácticas de la medicina tradicional en el mundo que fueron base fundamental para la ciencia occidental como la transeterapia inspirada en la macumba y la farmacología enriquecida por los herbolarios de las comunidades.

“El siguiente paso será institucionalizar a los amautas”
ENTREVISTA Jesús Gómez Jefe Unimetra/SEDES
El jefe de la Unidad de Medicina Tradicional del Servicio Departamental de Salud (Unimetra/SEDES), Jesús Gómez, señala que la perspectiva gubernamental para mejorar la salud mental es la institucionalización de los médicos tradicionales, a fin de que éstos puedan prestar sus servicios en las condiciones más seguras para el paciente.
P: ¿Cuál es el propósito del Gobierno al incorporar prácticas de la medicina tradicional en hospitales psiquiátricos de tercer nivel?.
R: Uno de ellos es articular y complementar los conocimientos, tanto de médicos tradicionales como médicos convencionales.
P: ¿Cuál sería la modalidad de trabajo para tener esa articulación que buscan?
R: El médico tradicional debe estar en el hospital psiquiátrico. Se debe asegurar que las condiciones sean las mejores y velar también por el tema de seguridad.
P: ¿Cuáles serán las acciones concretas hacia esa articulación?
R: Inicialmente se tendrán conversaciones más técnicas para conocer el alcance y las limitaciones de cada una de las ciencias, la occidental y la tradicional.
Es importante que cada uno reconozca sus limitaciones para referirlo al profesional que corresponda, ya sea al tradicional o al convencional. Necesitamos tener un diagnóstico exacto sobre cuál es nuestra situación en éste ámbito.
El siguiente paso será institucionalizar a los amautas y jampikamayoq para que presten sus servicios en el mismo hospital y pueda realizarse un pago por cada atención que realicen. La idea es que estos médicos no solo se articulen con el primer o segundo nivel, sino fundamentalmente con el tercer nivel.
P: ¿Cuántos médicos tradicionales especialistas en enfermedades mentales existen en Bolivia? 
R:  En Bolivia tenemos registrados a cuatro, pero existen otros que seguramente practican la medicina tradicional en el anonimato en comunidades muy alejadas.

“La población tiene mucho apego al médico tradicional”
Jaime Velásquez// Instituto Psiquiátrico San Juan de Dios
Toda alternativa que busque mejorar la salud de los pacientes siempre será bienvenida.
Muchos de nuestros pacientes primero acuden al médico tradicional para solucionar sus problemas y llegan acá (al hospital psiquiátrico) cuando ya no tienen ninguna otra alternativa.
Nuestra población tiene mucho apego y confianza a los médicos tradicionales, sin embargo no faltan los médicos charlatanes que se hacen pasar por jampiris o amautas que, en la desesperación de los pacientes y los familiares, solo les sacan dinero sin darles ninguna respuesta.
Este tipo de personas lo único que hacen es entorpecer el proceso de rehabilitación y recuperación, ya que les generan impresiones fuertes que agravan su salud

Ya hemos tenido acercamientos importantes entre médicos tradicionales y médicos convencionales. En la perspectiva de seguir fortaleciendo este trabajo, quisiéramos que se cree un sistema de referencia y contraferencia con los médicos tradicionales, pero también con los médicos de atención primaria en los centros de salud de las provincias, más ahora que están presentes los médicos SABSI (Salud Familiar Comunitaria Intercultural)

Sería importante que el médico tradicional esté presente en el hospital, pero lamentablemente no tenemos el espacio adecuado. Esperamos que en el transcurso del tiempo se pueda superar esta limitación

Pero son ideas que habrá que planificar y acordarlas muy bien con las autoridades

Por lo pronto, hemos realizado algunas intervenciones con rituales y médicos tradicionales con resultados muy interesantes, que también han sido una forma de abrir las puertas del Psiquiátrico a nuevos procedimientos que nos permitan mejorar la salud de nuestros pacientes.

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