jueves, 12 de septiembre de 2013

Ajo o romero para calmar la tortícolis



Si amaneces con molestias de cuello podría tratarse de una tortícolis, inflamación dolorosa provocada por una mala posición al dormir. Puedes aplicar en la zona afectada dos dientes de ajo bien triturados con un pañito húmedo encima y dejarlo unos diez minutos. Luego podrás darte un baño para quitarte el olor.

Si prefieres evitar ese aroma, pásate varias veces al día una toalla pequeña empapada con agua de romero. “Hierve unas cuantas ramas de esta hierba y, cuando el agua esté tibia, humedece en ella unos paños y ponlos sobre tu cuello”, dice Gladys Castro, una abuelita de 75 años.

Otra opción es dar un masaje sobre la parte adolorida con las yemas de los dedos, utilizando alguna crema o aceite para que resbalen y no dañe tu piel.

“Puedes probar también con un baño relajante que muchas veces alivia estos dolores provocados por la tensión y el estrés”, agrega la awicha.

Otra idea es poner un paño negro calentado con la plancha sobre el lugar que te duele, repite la acción varias veces. “En último caso, prueba darte un masaje con una crema descontracturante y luego abriga esa parte para que no se enfríe”, recomienda.

Sentarse

Utiliza una toalla enrollada en el cuello y siéntate en una silla firme: la espina dorsal incluye los huesos en la base del cráneo. Una silla que no te proporcione buen soporte puede empeorar el dolor.

Hielo contra la rigidez

Un hielo envuelto en una toalla es buena elección cuando comienzas a sentir la rigidez, ya que reduce la inflamación. Después de esto, el calor será un magnífico calmante. Puedes tratar colocando un paño (polar) sobre tu cuello o friccionando.

Mentisan o belladona

Emplea sobre la parte adolorida algún ungüento que ayudará a mantener el calor en la zona como Mentisan o belladona. Si el dolor persiste o empeora, debes acudir a un médico para que haga una evaluación del caso.

Fuentes: La abuela Gladys Castro


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